No estamos seguros de cuándo apareció el primer carrito de golf en Sayulita, pero quien sea que lo haya remolcado hasta aquí tuvo una idea inspirada: ¿por qué no, pasear en nuestras angostas y frecuentemente congestionadas calles, en algo más pequeño que un coche, pero más movible y poderoso que una bicicleta? Después de todo, algunas de las colinas del pueblo son demasiado empinadas para la mayoría de las bicis y/o aspirantes a ciclistas, y las calles empedradas son demasiado desiguales también. O enlodadas, o llenas de vaches, o… bueno, mencionen un problema de las calles, en algún lugar de Sayulita probablemente lo encontrará. No es que no permita a nadie pasar un buen rato, es solo que tiene que improvisar un poco más si se mueve por el pueblo.
No puede cargar a sus hijos en una bicicleta, pero un virtualmente silencioso, no contaminante carrito de golf tiene espacio para los niños, los abuelos, abarrotes, cartones de cerveza, tablas de surf en el techo, y todo lo demás. Es el vehículo perfecto para Sayulita. ¿Por qué otra razón tantos residentes de tiempo completo los manejan? No solo residentes de tiempo completo, también bastantes visitantes -¡y los hijos de los visitantes! ¿7, 8, 9 años de edad? ¡Seguro puede manejar un carrito de golf en las calles de Sayulita! No podemos alentar esta descarada infracción de la ley, pero por otro lado, los carritos no son muy rápidos y usualmente hay un adulto abordo. Además -escuchen adultos- los niños no beben y conducen. Por lo menos no los pequeños.
Admitimos que hay algunas colinas demasiado empinadas para el pequeño motor de un carrito de golf eléctrico. Y en la temporada lluviosa, muchas de las calles están bañadas en lodo y ligeramente inundadas para pasear en carrito de golf. El resto del año, estos ágiles vehículos pequeños son perfectos para Sayulita.
Puede rentar carritos de golf en un par de lugares en el pueblo. No son exactamente baratos, pero por otro lado, si rentó una casa en la cima de Nanzal en la parte norte, o la Colina del Gringo atrás de la Plaza, caminar de regreso a casa desde la playa, o el restaurante, o bar en la noce es extenuante, especialmente cargando una tabla de surf, la cerveza, el niño dormido, y/o los abarrotes.
De hecho, le sugerimos que si firma para rentar una casa aquí, si ese es su plan, pregunte qué tan lejos de la plaza y la playa se encuentra la casa, y pregunte si necesita un carrito de golf. Algunos de estos propietarios de casas hablan de una caminata de diez minutos a la playa, pero cuando esos diez minutos de regreso a su casa son de subida por la montaña, lamentará no tener llantas impulsadas con motor.
Por otro lado, si renta en lo plano, use sus piernas o rente una bicicleta. Nada está demasiado lejos aquí en Sayulita.