Con el sorprendentemente rápido crecimiento de la tabla con remo (SUP en Inglés) como deporte, no sólo aquí en Sayulita sino en todo el mundo, pensamos que sería una buena ocasión para hacer una revisión rápida de algunos de los tipos diferentes de tablas y remos allá afuera, y para qué son buenos. Sayulita es hogar de varios surfos de tabla con remo de clase mundial, y como cualquiera que viva aquí o que venga de visita puede ver, hay gente remando en nuestra bahía casi todos los días, locales y/o turistas, buscando velocidad, y/o distancia, por placer, para hacer yoga en el agua, o quedarse cerca de la costa y montar olas. En éstos días, las tablas con remo de todas clases pueden rentarse en casi cualquier tienda de surf, así como en kioskos en la playa, y se ofrecen lecciones básicas de cómo remar y de cómo surfear en una tabla con remo, por toda la playa, arriba y abajo.
Las formas y estilos de las tablas con remo siguen evolucionando, con nuevos cambios en los diseños ofrecidos cada mes o algo así, parece. Mientras tanto, para una lectura básica de lo que hay allá afuera, fuimos con Héctor “Papas” Gonzalez, nativo de Sayulita, surfo de abolengo, y uno de los mejores surfos en tabla con remo de México. Papas ha competido y surfeado internacionalmente, y junto con Fernando Stalla, Ryan Helm, y otros pocos que llaman a nuestro pueblo hogar, él ha hecho Sayulita y tabla con remo competitiva, virtualmente sinónimos. Muchos de los grandiosos surfos de Sayulita han emergido, en los últimos dos años, como aquellos que se cuentan entre los surfos de tabla con remo sobresalientes de México.
Éste es uno de los pueblos más calientes en el planeta para la tabla con remo en éstos días, y también uno de los pocos lugares, sospecho, donde no hay un desacuerdo fundamental entre surfos tradicionales y surfos de tabla con remo. Aquí, la gente está cómoda intercambiando de estilo. Sé que se me ha acusado de “ir al lado oscuro” por algunos de mis amigos de surfeo, cuando me ven empuñando mi tabla con remo allá afuera. A ellos les digo, gente, es sólo cruzar, similar pero diferente, otra manera de jugar en las olas. No hay nada de malo con hacer ambas.
Sin embargo, aquí debo interponer una observación personal: mientras que no creo que surfear en tabla con remo es por naturaleza un pariente malvado del surfeo “regular”, hay definitivamente una vibra inquietante cuando se está allá afuera, parado en su tabla con remo, mirando hacia abajo a todos los surfos sentados en sus tablas a tu alrededor, esperando las olas. Hay, obviamente, una relación jerárquica inherente implicada al “mirar hacia abajo” a alguien, cuando se para a un lado de alguien sentado, al mirarlos hacia abajo, éste sentimiento entra en juego. No está sólo pasando el rato, allá afuera, esperando por las olas con la banda. Hay dos bandas, los que se paran y los que se sientan. Usted es más alto, usted puede ver más lejos en el mar, usted tiene una ventaja. Desearía que no fuese así, pero es inevitable.
Y lo que es peor es que cuando usted, surfo experimentado, está viendo hacia arriba a un tonto (lo siento, quise decir principiante) en una tabla con remo, completamente sin idea de las olas, remando como demonio del averno hacia la ola perfecta que ha escogido para montar. Ha elegido arruinarla para usted, por que sabe cómo remar. No sabe cómo surfear, y no debería remar sobre su tabla en olas a la altura de la cabeza en Burros, o La Lancha, o Sayulita. Respeten al surf, y a los surfos, gente.
Manténganse humildes, remeros con tabla. Bájense y siéntense con los surfos, y se mantendrán como uno de ellos.
Sin embargo, aquellos días, para mí, en oleaje pequeño (menor a la altura de la cabeza) surfear sobre la tabla con remo es más desafiante y más divertido que el surf tradicional. Aunque hay mucha gente allá afuera destrozando olas en sus tablas con remo, cuando las tablas se ponen grandes, manejar una gorda, flotante, tabla con remo de cuatro quillas y un remo es demasiado para mí.
De regreso a las tablas, Según Papas, hay básicamente tres tipos, aunque hay muchas cruzas entre tablas de “paseo” en agua plana y tablas diseñadas para montar olas.
Primero, tablas de carreras. Saquemos a éstos fenómenos del camino. Éstas son largas, 12 o 14 pies o más, angostas en anchura pero hasta seis pulgadas de espesor desde la parte superior al fondo, con una nariz puntiaguda que está diseñada para cortar de tajo a través de las crecidas de oleaje. Tienen partes bajas planas para mejorar la velocidad y el deslizamiento, pero muescas profundas y cóncavas en la cubierta para los pies del remero, para bajar el centro de gravedad y por lo tanto proveer gran estabilidad. Éstas tablas están diseñadas para remar a gran velocidad en distancias medianas y largas. No están hechas para montar olas o maniobrar rápido, aunque la mayoría de los corredores de tabla con remo serios han pensado ellos mismos en montar olas en ellas -por que cuando una carrera involucra ir a la playa y de regreso hacia afuera más de una vez, como sucede muy seguido, debe de ser capaz de atrapar una ola y montarla, ya que atrapar ésa ola afortunada puede llevarlo de último a primero en cuestión de segundos. Digamos que está a cien metros atrás del tipo frente a usted. Agarra una ola y dentro de unos pocos segundos, ya atrapó al tipo. Es así de sencillo: las olas se mueven más rápido que un remero.
Éstos modelos de carrera son especializados, diseñados para la velocidad; son relativamente inestables, y no son una buena opción para los principiantes o aquellos que simplemente quieren hacer algo de paseo por allá afuera.
Al otro lado de la gama están las tablas cortas, hechas a la medida o fuera de la plataforma, tablas con remo para montar olas, diseñadas para surfeo competitivo de tabla con remo y/o trituración de todo tipo. Son el equivalente en tabla con remo de las tablas cortas, thrusters y parecidas. Vienen en todas formas y tamaños, y pueden ser hechas de epoxy o madera o espuma y fibra de vidrio, en todo tipo de combinaciones. Las instalaciones de las quillas varían desde una quilla hasta tres, cuatro o incluso cinco quillas (o, en el caso del remero local y bailarín de las olas de zapato suave Ryan Helm, ninguna quilla), en varias configuraciones. Competidores serios de tabla con remo usualmente emplean tablas hechas a la medida para concursos, pero hay incontables variedades de tablas con remo hechas en masa que son grandiosas para surfos de todos los niveles. Siete pies suena como una tabla con remo bastante corta, al menos para mí, pero cuando la tabla está hecha de epoxy ligero, y es grande en volumen -gruesa y gorda- el volumen compensa en demasía la inestabilidad inherente a la longitud, y las hace relativamente fáciles de manejar en las olas.
En transición de tablas para montar olas a cruceros, encontrará una enorme serie de opciones en cuanto a tamaño, forma, maniobrabilidad, y todo lo demás. Éstos días, el santo grial de las tablas con remo comerciales y producidas en masa, es una tabla que sea fácil de usar en el oleaje, fácil de remar en distancias largas, y fácil de cargar. Tener todas éstas tres cosas no es fácil, pero hay muchas tablas en el rango de los 8 a 10 pies que casi pueden hacerlo todo.
Más allá de aquellos híbridos, cruzas, llámenlos como quieran, están los cruceros, diseñados para agua plana, para “pasear”, para hacer yoga mientras flota en el mar, para pescar mientras rema, para ir a una playa desierta con una mochila a prueba de agua conteniendo un almuerzo de picnic y una botella de vino. Éstas tablas grandes son lo que rentará en la playa la primera vez que reme; es fácil aprender en ellas, son fáciles para remar, y muy divertidas. Las encontrará disponibles a la renta en cada tienda de surf y puesto en Sayulita. Casi todas funcionarán en las olas, especialmente las pequeñas.
Recientemente, varios fabricantes bien vistos han introducido modelos inflables de casi cada estilo de tabla. Éstas tablas no son para surfear -el estrés de los golpes de las olas es demasiado para una tabla inflable- pero ahora hay varios cruceros e incluso tablas con remo de carreras que pueden ser cargadas en una mochila e infladas en el lugar. Esto hace un viaje más barato, obviamente, ya que una mochila es sólo otra pieza de equipaje, mientras que como hemos aprendido recientemente, llevar tablas de surf y tablas con remo en aviones ha llegado a ser dolorosamente costoso.
También hay varias opciones de remos allá afuera. Los remos más largos son mejores para remar distancias, los remos más cortos son para el tipo de remar a la carrera que uno hace cuando quiere atrapar olas. Carbono es el material ligero de elección para los mejores remos, aunque hay todavía muchos modelos de fibra de vidrio allá afuera. La forma de la empuñadura que parece estar emergiendo como la más popular es una forma simple en “T”, inclinada para acomodarse a la muñeca y la mano. Hay remos diseñados específicamente para carreras, surfear, ir de crucero; para mujeres, hombres, niños; para gente más pesada o más liviana. El test básico e informal, de la longitud apropiada de un remo, si lo usará para todas las actividades, es pararse derecho con el remo a su lado. Si alcanza arriba, su muñeca debería estar encima, para que su mano cuelgue al otro lado.
Cuando mira al mar en casi cualquier destino de playa en el mundo éstos días, verá remeros en una tabla. Es difícil de creer que éste deporte tiene escasamente una década de antigüedad, si es que la tiene. Por otro lado, la popularidad de la tabla con remo es completamente comprensible: tenemos aquí un deporte divertido que es fácil de aprender (lo básico por lo menos), que ofrece un grandioso ejercicio (si rema correctamente), y que puede hacerse en cualquier parte que haya agua, con o sin olas, cálido o frío, lago o río. Vaya a rentar una tabla e inténtelo.
Gracias a Héctor Papas Gonzalez y Luna Azul Surf Shop en Sayulita, y también a Toño Valdez y Christian Rodríguez de Stand Up Paddle México, una tienda de tabla con remo en Sayulita. Estos tipos conocen sus cosas, y ambas tiendas venden y rentan una gran colección de tablas con remo y tablas de surf, y ofrecen lecciones en ambos deportes.